Datos Generales:

Área: 550.000 Km2.
Población: 58.683.000 hab.
Capital: Paris (9 millones hab.)

Turismo en Francia

Francia es uno de los cinco principales destinos turísticos del mundo, quizás porque posee todo lo que querrías ver en tus vacaciones: una gran ciudad como París, buenas playas, una profusión de monumentos y una hermosa naturaleza con increíbles paisajes de montaña.

Como el país más grande de Europa, Francia se extiende desde la accidentada costa aparentemente infinita de playas, pasando por el bullicio de las ciudades, hasta llegar a las pintorescas aldeas campestres, con una soleada isla de lujo y atractivas estaciones de esquí de montaña.

Pinturas rupestres, castillos, catedrales y cicatrices de varios siglos de guerra están dispersos por todo el país, pero gran parte de la campiña francesa permanece intacta, y la vida rural tradicional todavía florece.

Cada una de las provincias francesas ofrece su propio paisaje y cultura: el brillo de la Costa Azul, los elegantes castillos del Valle del Loira, hospitalarios viñedos en Burdeos, las rocosas costas de Bretaña, las dramática laderas de los Alpes y los Pirineos, y el encanto de granjas y aldeas de Provenza.

El norte se compone de planicies en los alrededores de la ciudad de Lille y el Canal de la Mancha. La zona se parece en muchos aspectos a Bélgica y los Países Bajos.

París y sus alrededores son una de las zonas más visitadas. La “ciudad luz” representa la moda, el arte y la gastronomía, con un sentido del estilo tan intenso que intimida a algunos, pero sin dejar de ser un lugar cómodo y acogedor.

El oeste de Francia, sobre la Costa Atlántica, está formado por las regiones de Normandía y Bretaña, con colinas, playas, pequeñas ciudades y tranquilos puertos, una costa agreste y muchos sitios neolíticos.

La región oriental de Alsacia, Lorena, Borgoña y Franche Comté tiene un paisaje con muchas colinas y hermosas ciudades como Metz, Estrasburgo, Nancy y Dijon. Esta región produce vinos famosos, incluidos los magníficos Chardonnay y Pinot Noir, junto con el famoso "vino amarillo" de la montaña Jura.

El centro es, en muchos aspectos, la zona más tranquila de Francia. Pero el gran tesoro de esta región se encuentra en el valle del Loira, con muchos grandes castillos y hermosos pueblos como Chartres, con su famosa catedral, y Tours, una de las más bellas ciudades francesas.

Auvergne, enclavada en las montañas del Macizo Central, es una de las más bellas regiones del país. Gran parte de las tierras altas son atravesadas por salvajes valles fluviales y un entorno natural virgen.

Los Alpes son famosos para practicar esquí en invierno y hacer excursiones en verano, mientras Chambery, Annecy y Grenoble son agradables ciudades para visitar en cualquier época del año.

El sur, con su hermosa naturaleza, buena comida, ruinas romanas y, por supuesto, la Riviera Francesa, atrae una gran cantidad de visitantes cada año.

Provenza es una agradable región salpicada de pequeñas aldeas, donde el valle es tan bonito, las ciudades son tan agradables y la comida es tan buena, que es difícil creer que la gente que vive allí quiera ir a algún otro sitio de vacaciones.

Por último, pero no por ello menos importante, la isla de Córcega ofrece una hermosa naturaleza y un ambiente muy especial, donde los habitantes hablan su propio idioma y ostentan un profundo sentido de la libertad.

Quizás una de las mejores maneras de conocer el país sea visitar un mercado local. Francia es uno de esos raros lugares donde cada región tiene algo distintivo que vale la pena descubrir, y el mejor lugar para hacerlo es en uno de sus mercados.

Este es el país que ha inspirado a Monet a reinventar el color, a Toulouse Lautrec a reflejar el lado más vulnerable de la sociedad de París, y las inquietantes armonías de Debussy. Ha deleitado nuestras papilas gustativas con el foie gras y las ancas de rana, y capturado la imaginación del mundo con resorts como St. Tropez y Port Grimaud.

Es por todo es que descubrir Francia es redescubrir la alegría de vivir.